EL ROL DEL MUSICO, NUEVOS DESAFIOS

Conclusiones del Seminario organizado por la Comisión "Educación del Músico Profesional", ISME (International Society for Music Education), Malmö, Suecia, Julio de 1996

En 1996, la Comisión "Educación del Músico Profesional", perteneciente a la ISME (International Society for Music Education), organizó un Seminario en Malmö, Suecia. Fueron los anfitriones el Malmö College of Music y su director, Håkan Lundström. El objetivo del Seminario fue discutir los nuevos roles que esperan a los estudiantes de música cuando tiene que enfrentar su vida profesional.
Por medio de trabajos escritos, presentaciones orales, respuestas y
discusiones, música en vivo e intercambio social, los participantes del
Seminario estudiaron los tipos de sociedad en los que trabajan y se
desempeñan los músicos profesionales y discutieron sobre las implicaciones educativas de esos escenarios sociales. En estas discusiones el término "músico profesional" fue empleado para designar a los intérpretes que, por la naturaleza de su profesión, tienen una responsabilidad con respecto a la música de su propia cultura y con respecto a todos aquellos con los cuales interactúan como intérpretes y maestros.

La Comisión, presidida por María del Carmen Aguilar (Argentina), incluyó a Barbara Macrae (Australia), Giacomo Oliva (USA), Einar Solbu (Noruega), Soon-Chung Suh (Corea) y Arthur Tollefson (USA), como miembros regulares y a Graham Bartle (Australia) y Crispin Spaulding (Noruega) como asesores especiales.

El Seminario incluyó 27 participantes de 14 países de 6 continentes:
intérpretes, compositores, académicos, educadores y administradores de instituciones educativas y de conciertos, especializados en una gran
variedad de estilos musicales (música "clásica", jazz, pop, música
tradicional africana, etc.) Los participantes expresaron una gran variedad de puntos de vista. Se ofrece a continuación un breve sumario, que aunque se ha basado en ellos, no pretende cubrirlos enteramente.

1- El mundo cambiante

El mundo en el que trabajan los músicos está cambiando rápidamente. Este Seminario ha identificado cambios en áreas de particular importancia para los músicos:

1.1 Música y Cultura

Mientras en el pasado la cultura "occidental" asumió un rol dominante en muchas sociedades, está emergiendo en este momento en todo el mundo un creciente reconocimiento del genuino valor de todas las culturas y sus músicas. Toda discusión sobre educación musical debería basarse en los principios de:
- que todas las culturas contienen música,
- que la música es un medio de comunicación que sólo será completamente comprendido y evaluado en su contexto cuttural,
- que toda música es valiosa para los que la ven como parte de su cultura,
- que esa valuación debe ser respetada.
Esto implica que términos tales como "excelencia", "calidad", "niveles",
"desarrollo musical" y "musicalidad" tienen diferentes significados en
diferentes culturas musicales.
Por otro lado, las culturas musicales se comunican e interactúan. Nuevas expresiones musicales (interacción de culturas tradicionales, música "clásica", rock, pop, etc.) están en continuo desarrollo, dentro de los contextos culturales preexistentes y en nuevos contextos.
Los países que atraviesan una etapa post-colonial enfrentan particulares desafíos, intentando restaurar los valores de la cultura musical pre-colonial (la música tradicional) y, por otro lado, permitir un
crecimiento natural de la herencia musical dejada por los colonizadores.

1.2 Entrenamiento, Educación y Empleo

El mundo en el que trabaja el músico profesional es cambiante porque tanto la evaluación de la cultura como las prioridades políticas y económicas cambian. La educación terciaria en todo el mundo, incluyendo las escuelas de música, enfrenta un período de replanteos: ¿puede la política educacional y la estructura de los cursos continuar preparando estudiantes para una profesión específica y bien definida, o se hace necesario prepararlos para la participación activa en un mundo en continuo cambio? En muchas sociedades, especialmente en las occidentales, los estudiantes de música -sobre todo los instrumentistas- arriban a las instituciones con expectativas precisas, que no siempre se condicen con la realidad económica y profesional. Estas expectativas suelen formarse a partir de modelos profesionales ideales, con el estímulo de las familias, la comunidad y las escuelas mismas. Las instituciones tienen que plantearse el desafío de interactuar con todos aquellos cuyos valores influencian en las expectativas de los estudiantes, incluirlos en el proceso de planificación educativa y asegurarse de conciliar las expectativas con la realidad.

1.3 Tecnología

Los individuos, las sociedades, comunidades y culturas de todo el mundo se comunican, interactúan y se influencian mutuamente de maneras totalmente nuevas, a través de del desarrollo e implementación de nuevas tecnologías, tales como instrumentos electrónicos, CD ROM, MIDI, Internet realidad virtual, videojuegos, etc.
Este desarrollo tecnológico abre numerosas oportunidades nuevas y, al mismo tiempo, pone sobre el tapete una gran variedad de cuestiones artísticas, éticas y educacionales que deben ser discutidas.

2. Respondiendo al mundo cambiante

Este Seminario recomienda que la educación del músico profesional, en cada cultura, tome seriamente en cuenta el contexto en el que los músicos trabajan hoy y el panorama que se vislumbra para los próximos años. Dentro de este contexto, este Seminario enfocó la atención sobre algunas cuestiones particulares que se detallan a continuación, recomendando que se estudien, profundicen e implementen en los ámbitos- tanto institucionalizados como informales- en los que se prepare a estudiantes para desempeñarse como músicos profesionales.

2.1 Reconocer el principio básico de la diversidad cultural y musical

Las escuelas de música necesitan tomar una clara posición con respecto a los sistemas de valores que se ponen en juego en la actividad musical. La educación de músicos profesionales en cada cultura debería apoyarse en un concepto básico: la música es una actividad que tiene, por un lado, elementos universales y, por otro, elementos culturalmente específicos.
Debe tenerse en cuenta tanto la identidad e independencia cultural como la posibilidad de interacción entre culturas.
Cada cultura musical tiene sus propios conceptos y tradiciones educativas.
Es importante que la elección de métodos de enseñanza, evaluación y
selección de personal docente sea consistente con la cultura musical que se quiera estudiar. Al mismo tiempo, aunque el rol del maestro debe ser definido en concordancia con la cultura musical específica, debería siempre apuntar hacia un mejor desarrollo del estudiante como individuo.

2.2 Reconocer la necesidad de cambio

Para lograr un cambio en una institución terciaria, no sólo la institución
en su conjunto -directivos, personal docente, autoridades y entidades de soporte económico- sino también toda la sociedad, deben reconocer la necesidad de cambio. Las instituciones educacionales, interactuando con la comunidad a la cual sirven, deberían asumir la responsabilidad de establecer un continuo proceso de ajuste de las políticas, metas y estructuras educacionales, al mundo en el cual trabajarán los futuros músicos.
El replanteo de las políticas y los programas educativos tendrán que
enfentar las tensiones que surgen entre los estudios institucionales y el
mundo que cambia, tales como, por ejemplo:
- docentes entrenados en antiguas tradiciones versus situaciones laborales nuevas,
- músicas tradicionales de la región versus curriculum basado en música
"clásica",
- música popular versus música "artística",
- cargos docentes vitalicios versus necesidad de cambio, etc.
Esto incluye también la necesidad de redefinir posibles salidas laborales, construir relaciones con la comunidad e iniciar experiencias con respecto a métodos de enseñanza y planes de estudio y nuevas maneras de presentar la música.

2.3 Música y el mundo real

En muchas sociedades, ciertas tradiciones musicales parecen haberse
separado del mundo en el cual vive la gente. Por ello, muchas oportunidades de relacionarse con la música que se ofrecen a la comunidad, son percibidas por ésta como algo ajeno. Un desafío para el sistema educativo consiste en lograr que la gente y la sociedad en su conjunto se sienta dueña de su música; este desafío implica una toma de conciencia con respecto a las maneras en que los músicos interactúan con las audiencias en diversas situaciones, empleos y ámbitos culturales.
En muchas culturas, incluyendo las occidentales, debe prestarse especial atención a las necesidades y los aportes de la comunidad, para luego volcarlos en contenidos educativos a través de los cuales los estudiantes se preparen para trabajar en todos los niveles que la sociedad necesita.

2.4 Enfrentando el cambio

Se dijo en el Seminario que "a menudo es más difícil cambiar una escuela de música que mudar un cementerio..." El mundo en el cual los músicos entran al terminar sus estudios cambia rápida y radicalmente. Entonces es necesario que las instituciones y otras entidades educativas sean flexibles y desarrollen estrategias y métodos que les permitan responder a esos cambios. Pero al enfrentar cambios es bueno recordar el antiguo dicho inglés:"no hay que tirar al bebé junto con el agua del baño", es decir, que hay valiosos aspecos de la tradición que no deberían perderse en un proceso de renovación. Qué debe conservarse y qué debe eliminarse -tanto en cursos y curricula como en la música misma- debería ser objeto de cuidadosas consideraciones.
También es importante que el ambiente educativo pueda no sólo adaptarse al cambio sino también mantener una actitud crítica con respecto a las fuerzas que crean el cambio. El concepto de "valor musical" sobre el cual este Seminario basó sus conclusiones indica que la educación debería estar apoyada al mismo tiempo en una visión global y en una profunda identificación con toda actividad musical local.